Magazine
January 11, 2018

Lo digital no es software, es una forma de pensar (1)

Ya lo dijo Marc Andreessen, cofundador de Netscape: ‘software is eating the world‘. O dicho de otro modo, la digitalización está omnipresente en la sociedad. La lógica de Internet está calando en nuestras vidas, y cómo no, en la forma en la que las empresas actúan en los mercados. Y el cambio es notorio, ya que podemos comprobar cómo gran parte de las empresas más exitosas de nuestro tiempo (las digitales) consiguen posiciones de monopolio de una forma muy distinta a la que lo hacían las empresas industriales ‘de siempre’: buscando la forma de mejorar un sector a través de productos y servicios entregados de una forma más eficiente gracias a la tecnología y la colaboración entre personas. En otras palabras, su propósito no es sólo económico, aunque está claro que la rentabilidad es necesaria para hacer sostenible el negocio a largo plazo.

Las empresas que han dominado los mercados durante el siglo XX se han caracterizado por adquirir tamaños tan grandes que si desaparecieran podían arrastrar a todo un país con ellas. En cambio, las empresas digitales son demasiado importantes para las personas como para desaparecer. No es descabellado pensar que en caso de necesitarlo, los usuarios de dichas empresas serían capaces de rescatarlas, ya que este tipo de empresas tienden a entregar a la sociedad mucho más valor del que extraen. Si pensabas que esto era una moda, lo siento, pero la lógica digital ha llegado aquí para quedarse. Por lo tanto, veamos las dos principales dimensiones sobre las que afecta la digitalización, la forma en la que se organizan las empresas; y la forma en la que producen valor para un mercado. En este post vamos a estudiar el primer aspecto, desgranando algunas de las piezas que mueven la maquinaria interna de las organizaciones digitales.

Cómo se organizan las empresas digitales

Como si fuera la cosa más normal del mundo, nos hemos acostumbrado a contemplar cómo gran parte de las empresas han dedicado la mayor parte de sus esfuerzos a gestionar sus ventajas competitivas. No obstante, las empresas digitales dedican prácticamente todos sus recursos a construir dichas ventajas competitivas mediante la innovación constante. Y si algo tienen en común todas estas empresas que transgreden lo que hasta ahora era válido en términos de management y gestión de recursos propios, siendo estos los principales elementos comunes en todas ellas:

Propósito por el cual existen

El propósito de cualquier empresa digital define su razón de ser y por lo que la gente quiere que exista como organización. Se trata de ir más allá de una mera visión mercantilista del entorno, siendo capaces de aportar a un mercado más valor del que necesitan monetizar para subsistir. Sólo de ese modo se consigue inspirar a grandes profesionales para que incluso lleguen a trabajar en una organización que les ofrece un sueldo inferior al que podría conseguir en otras empresas. Aquí es cuando una buena labor de recruitment se hace clave para el devenir de una empresa, ya que hay que contratar a personas que encajen con el propósito perseguido, de lo contrario tendrás trabajando a gente en algo que en verdad no le apasiona, y en consecuencia, no dará lo mejor de sí misma. Un claro ejemplo de propósito ambicioso es el de Google, que pretende organizar toda la información del mundo para hacerla accesible y útil de forma universal.

Procesos ágiles frente a lineales

Los procesos deben tener un enfoque a resultados para propiciar la reducción del riesgo. Dichos procesos deben basarse en la filosofía ‘fail often, fail fast, fail cheap’ imperante en toda empresa digital, acompañados siempre de decisiones sustentadas en el análisis de datos. Con esta manera de producir valor, el coste de oportunidad de las organizaciones se optimiza para poder hacer frente a los procesos de innovación constantes que se requieren en un entorno digital en constante cambio. Para tangibilizar la forma en la que una empresa digital aborda la innovación constante, es interesante echarle un vistazo a la forma en la que Spotify crea nuevos productos.

Doers frente a managers

Un manager coordina y eso implica o que la gente no sabe lo que tiene que hacer o que tiene que haber un control del resultado. En ambos casos está claro que se trata de un problema de autonomía de los miembros de la organización. Tu equipo no debe controlar información, es una pérdida de tiempo, sino que debe ser resolutivo para conseguir alcanzar los objetivos propuestos. La gente de Valve o Netflix lo tiene claro, cuanto mejor contratas, menos management necesitas y más productivo eres, a la par que los trabajadores se sienten más responsables y realizados con su cometido.

Aprendizaje constante de los equipos

Una empresa es tan buena como el equipo que tenga. La única ventaja competitiva de muchas empresas reside en su capacidad de retener y mejorar el desarrollo profesional de su equipo. Por ello gran parte del tiempo de los líderes de equipo se enfocan a entender el grado de desarrollo y las posibilidades de su equipo. Sin ir más lejos, así es como lo entendemos en Territorio creativo, ya que la exigencia nos hace felices.

Estamos en un punto de inflexión Las organizaciones tiran las paredes ficticias que separan departamentos y cada vez se interconectan más de forma interna, fomentando nuevas ideas y soluciones. A su vez, la información no es una herramienta de poder sino que se convierte en un elemento imprescindible para que todos y cada uno de los miembros puedan tener un mayor grado de autogestión. Todo orientado al aumento de la autogestión y el desarrollo personal, en pro de una visión compartida. Esto permite funcionar de forma ágil y rápida, haciéndose palpable en sectores más reticentes al cambio. En Territorio creativo comprendemos el desafío que supone hacer frente a un entorno cada vez más cambiante, en el que la incertidumbre lo inunda todo. Personalmente preferimos aplicarnos nuestra propia fórmula y quitarnos ‘los miedos’ de encima convirtiéndonos a nosotros mismos (cada día un poco más) en una organización cada día más digital. Fruto de nuestra propia experiencia, además de los muchos casos analizamos, creamos nuestro primer whitepaper sobre Transformación Digital en el que compartimos nuestra visión acerca del marco sobre el que aplica ‘lo digital’, entendido como una forma de pensar.

Derechos de imágenes: Yuri Samoilov, Giuseppe Milo.

Texto publicado originalmente en Territorio Creativo. Lee la segunda parte del artículo aquí

Artículo escrito por José García

José García Vidal

Jose García trabaja en la agencia-consultora de social business Territorio creativo. Especializado en marketing digital, dedica parte de su tiempo a entender los modelos de negocio abiertos y colaborativos. Piensa que el mundo es de los que se anticipan al cambio. Autodidacta y con los ojos bien abiertos. Síguelo en Twitter.

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Artículo Invitado
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La digitalización está omnipresente en la sociedad. La lógica de Internet está calando en nuestras vidas, y cómo no, en la forma en la que las empresas actúan en los mercados.

Ya lo dijo Marc Andreessen, cofundador de Netscape: ‘software is eating the world‘. O dicho de otro modo, la digitalización está omnipresente en la sociedad. La lógica de Internet está calando en nuestras vidas, y cómo no, en la forma en la que las empresas actúan en los mercados. Y el cambio es notorio, ya que podemos comprobar cómo gran parte de las empresas más exitosas de nuestro tiempo (las digitales) consiguen posiciones de monopolio de una forma muy distinta a la que lo hacían las empresas industriales ‘de siempre’: buscando la forma de mejorar un sector a través de productos y servicios entregados de una forma más eficiente gracias a la tecnología y la colaboración entre personas. En otras palabras, su propósito no es sólo económico, aunque está claro que la rentabilidad es necesaria para hacer sostenible el negocio a largo plazo.

Las empresas que han dominado los mercados durante el siglo XX se han caracterizado por adquirir tamaños tan grandes que si desaparecieran podían arrastrar a todo un país con ellas. En cambio, las empresas digitales son demasiado importantes para las personas como para desaparecer. No es descabellado pensar que en caso de necesitarlo, los usuarios de dichas empresas serían capaces de rescatarlas, ya que este tipo de empresas tienden a entregar a la sociedad mucho más valor del que extraen. Si pensabas que esto era una moda, lo siento, pero la lógica digital ha llegado aquí para quedarse. Por lo tanto, veamos las dos principales dimensiones sobre las que afecta la digitalización, la forma en la que se organizan las empresas; y la forma en la que producen valor para un mercado. En este post vamos a estudiar el primer aspecto, desgranando algunas de las piezas que mueven la maquinaria interna de las organizaciones digitales.

Cómo se organizan las empresas digitales

Como si fuera la cosa más normal del mundo, nos hemos acostumbrado a contemplar cómo gran parte de las empresas han dedicado la mayor parte de sus esfuerzos a gestionar sus ventajas competitivas. No obstante, las empresas digitales dedican prácticamente todos sus recursos a construir dichas ventajas competitivas mediante la innovación constante. Y si algo tienen en común todas estas empresas que transgreden lo que hasta ahora era válido en términos de management y gestión de recursos propios, siendo estos los principales elementos comunes en todas ellas:

Propósito por el cual existen

El propósito de cualquier empresa digital define su razón de ser y por lo que la gente quiere que exista como organización. Se trata de ir más allá de una mera visión mercantilista del entorno, siendo capaces de aportar a un mercado más valor del que necesitan monetizar para subsistir. Sólo de ese modo se consigue inspirar a grandes profesionales para que incluso lleguen a trabajar en una organización que les ofrece un sueldo inferior al que podría conseguir en otras empresas. Aquí es cuando una buena labor de recruitment se hace clave para el devenir de una empresa, ya que hay que contratar a personas que encajen con el propósito perseguido, de lo contrario tendrás trabajando a gente en algo que en verdad no le apasiona, y en consecuencia, no dará lo mejor de sí misma. Un claro ejemplo de propósito ambicioso es el de Google, que pretende organizar toda la información del mundo para hacerla accesible y útil de forma universal.

Procesos ágiles frente a lineales

Los procesos deben tener un enfoque a resultados para propiciar la reducción del riesgo. Dichos procesos deben basarse en la filosofía ‘fail often, fail fast, fail cheap’ imperante en toda empresa digital, acompañados siempre de decisiones sustentadas en el análisis de datos. Con esta manera de producir valor, el coste de oportunidad de las organizaciones se optimiza para poder hacer frente a los procesos de innovación constantes que se requieren en un entorno digital en constante cambio. Para tangibilizar la forma en la que una empresa digital aborda la innovación constante, es interesante echarle un vistazo a la forma en la que Spotify crea nuevos productos.

Doers frente a managers

Un manager coordina y eso implica o que la gente no sabe lo que tiene que hacer o que tiene que haber un control del resultado. En ambos casos está claro que se trata de un problema de autonomía de los miembros de la organización. Tu equipo no debe controlar información, es una pérdida de tiempo, sino que debe ser resolutivo para conseguir alcanzar los objetivos propuestos. La gente de Valve o Netflix lo tiene claro, cuanto mejor contratas, menos management necesitas y más productivo eres, a la par que los trabajadores se sienten más responsables y realizados con su cometido.

Aprendizaje constante de los equipos

Una empresa es tan buena como el equipo que tenga. La única ventaja competitiva de muchas empresas reside en su capacidad de retener y mejorar el desarrollo profesional de su equipo. Por ello gran parte del tiempo de los líderes de equipo se enfocan a entender el grado de desarrollo y las posibilidades de su equipo. Sin ir más lejos, así es como lo entendemos en Territorio creativo, ya que la exigencia nos hace felices.

Estamos en un punto de inflexión Las organizaciones tiran las paredes ficticias que separan departamentos y cada vez se interconectan más de forma interna, fomentando nuevas ideas y soluciones. A su vez, la información no es una herramienta de poder sino que se convierte en un elemento imprescindible para que todos y cada uno de los miembros puedan tener un mayor grado de autogestión. Todo orientado al aumento de la autogestión y el desarrollo personal, en pro de una visión compartida. Esto permite funcionar de forma ágil y rápida, haciéndose palpable en sectores más reticentes al cambio. En Territorio creativo comprendemos el desafío que supone hacer frente a un entorno cada vez más cambiante, en el que la incertidumbre lo inunda todo. Personalmente preferimos aplicarnos nuestra propia fórmula y quitarnos ‘los miedos’ de encima convirtiéndonos a nosotros mismos (cada día un poco más) en una organización cada día más digital. Fruto de nuestra propia experiencia, además de los muchos casos analizamos, creamos nuestro primer whitepaper sobre Transformación Digital en el que compartimos nuestra visión acerca del marco sobre el que aplica ‘lo digital’, entendido como una forma de pensar.

Derechos de imágenes: Yuri Samoilov, Giuseppe Milo.

Texto publicado originalmente en Territorio Creativo. Lee la segunda parte del artículo aquí

Artículo escrito por José García

José García Vidal

Jose García trabaja en la agencia-consultora de social business Territorio creativo. Especializado en marketing digital, dedica parte de su tiempo a entender los modelos de negocio abiertos y colaborativos. Piensa que el mundo es de los que se anticipan al cambio. Autodidacta y con los ojos bien abiertos. Síguelo en Twitter.

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February 22, 2015
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La digitalización está omnipresente en la sociedad. La lógica de Internet está calando en nuestras vidas, y cómo no, en la forma en la que las empresas actúan en los mercados.

Ya lo dijo Marc Andreessen, cofundador de Netscape: ‘software is eating the world‘. O dicho de otro modo, la digitalización está omnipresente en la sociedad. La lógica de Internet está calando en nuestras vidas, y cómo no, en la forma en la que las empresas actúan en los mercados. Y el cambio es notorio, ya que podemos comprobar cómo gran parte de las empresas más exitosas de nuestro tiempo (las digitales) consiguen posiciones de monopolio de una forma muy distinta a la que lo hacían las empresas industriales ‘de siempre’: buscando la forma de mejorar un sector a través de productos y servicios entregados de una forma más eficiente gracias a la tecnología y la colaboración entre personas. En otras palabras, su propósito no es sólo económico, aunque está claro que la rentabilidad es necesaria para hacer sostenible el negocio a largo plazo.

Las empresas que han dominado los mercados durante el siglo XX se han caracterizado por adquirir tamaños tan grandes que si desaparecieran podían arrastrar a todo un país con ellas. En cambio, las empresas digitales son demasiado importantes para las personas como para desaparecer. No es descabellado pensar que en caso de necesitarlo, los usuarios de dichas empresas serían capaces de rescatarlas, ya que este tipo de empresas tienden a entregar a la sociedad mucho más valor del que extraen. Si pensabas que esto era una moda, lo siento, pero la lógica digital ha llegado aquí para quedarse. Por lo tanto, veamos las dos principales dimensiones sobre las que afecta la digitalización, la forma en la que se organizan las empresas; y la forma en la que producen valor para un mercado. En este post vamos a estudiar el primer aspecto, desgranando algunas de las piezas que mueven la maquinaria interna de las organizaciones digitales.

Cómo se organizan las empresas digitales

Como si fuera la cosa más normal del mundo, nos hemos acostumbrado a contemplar cómo gran parte de las empresas han dedicado la mayor parte de sus esfuerzos a gestionar sus ventajas competitivas. No obstante, las empresas digitales dedican prácticamente todos sus recursos a construir dichas ventajas competitivas mediante la innovación constante. Y si algo tienen en común todas estas empresas que transgreden lo que hasta ahora era válido en términos de management y gestión de recursos propios, siendo estos los principales elementos comunes en todas ellas:

Propósito por el cual existen

El propósito de cualquier empresa digital define su razón de ser y por lo que la gente quiere que exista como organización. Se trata de ir más allá de una mera visión mercantilista del entorno, siendo capaces de aportar a un mercado más valor del que necesitan monetizar para subsistir. Sólo de ese modo se consigue inspirar a grandes profesionales para que incluso lleguen a trabajar en una organización que les ofrece un sueldo inferior al que podría conseguir en otras empresas. Aquí es cuando una buena labor de recruitment se hace clave para el devenir de una empresa, ya que hay que contratar a personas que encajen con el propósito perseguido, de lo contrario tendrás trabajando a gente en algo que en verdad no le apasiona, y en consecuencia, no dará lo mejor de sí misma. Un claro ejemplo de propósito ambicioso es el de Google, que pretende organizar toda la información del mundo para hacerla accesible y útil de forma universal.

Procesos ágiles frente a lineales

Los procesos deben tener un enfoque a resultados para propiciar la reducción del riesgo. Dichos procesos deben basarse en la filosofía ‘fail often, fail fast, fail cheap’ imperante en toda empresa digital, acompañados siempre de decisiones sustentadas en el análisis de datos. Con esta manera de producir valor, el coste de oportunidad de las organizaciones se optimiza para poder hacer frente a los procesos de innovación constantes que se requieren en un entorno digital en constante cambio. Para tangibilizar la forma en la que una empresa digital aborda la innovación constante, es interesante echarle un vistazo a la forma en la que Spotify crea nuevos productos.

Doers frente a managers

Un manager coordina y eso implica o que la gente no sabe lo que tiene que hacer o que tiene que haber un control del resultado. En ambos casos está claro que se trata de un problema de autonomía de los miembros de la organización. Tu equipo no debe controlar información, es una pérdida de tiempo, sino que debe ser resolutivo para conseguir alcanzar los objetivos propuestos. La gente de Valve o Netflix lo tiene claro, cuanto mejor contratas, menos management necesitas y más productivo eres, a la par que los trabajadores se sienten más responsables y realizados con su cometido.

Aprendizaje constante de los equipos

Una empresa es tan buena como el equipo que tenga. La única ventaja competitiva de muchas empresas reside en su capacidad de retener y mejorar el desarrollo profesional de su equipo. Por ello gran parte del tiempo de los líderes de equipo se enfocan a entender el grado de desarrollo y las posibilidades de su equipo. Sin ir más lejos, así es como lo entendemos en Territorio creativo, ya que la exigencia nos hace felices.

Estamos en un punto de inflexión Las organizaciones tiran las paredes ficticias que separan departamentos y cada vez se interconectan más de forma interna, fomentando nuevas ideas y soluciones. A su vez, la información no es una herramienta de poder sino que se convierte en un elemento imprescindible para que todos y cada uno de los miembros puedan tener un mayor grado de autogestión. Todo orientado al aumento de la autogestión y el desarrollo personal, en pro de una visión compartida. Esto permite funcionar de forma ágil y rápida, haciéndose palpable en sectores más reticentes al cambio. En Territorio creativo comprendemos el desafío que supone hacer frente a un entorno cada vez más cambiante, en el que la incertidumbre lo inunda todo. Personalmente preferimos aplicarnos nuestra propia fórmula y quitarnos ‘los miedos’ de encima convirtiéndonos a nosotros mismos (cada día un poco más) en una organización cada día más digital. Fruto de nuestra propia experiencia, además de los muchos casos analizamos, creamos nuestro primer whitepaper sobre Transformación Digital en el que compartimos nuestra visión acerca del marco sobre el que aplica ‘lo digital’, entendido como una forma de pensar.

Derechos de imágenes: Yuri Samoilov, Giuseppe Milo.

Texto publicado originalmente en Territorio Creativo. Lee la segunda parte del artículo aquí

Artículo escrito por José García

José García Vidal

Jose García trabaja en la agencia-consultora de social business Territorio creativo. Especializado en marketing digital, dedica parte de su tiempo a entender los modelos de negocio abiertos y colaborativos. Piensa que el mundo es de los que se anticipan al cambio. Autodidacta y con los ojos bien abiertos. Síguelo en Twitter.

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February 22, 2015
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